Los chorlos nevados occidentales prefieren vivir en áreas costeras como playas, dunas y lagunas costeras. Se alimentan principalmente de insectos y otros invertebrados que encuentran en la arena y el barro.
Estas aves son migratorias y pasan el invierno en América Central y del Sur. Aunque no se consideran en peligro de extinción, la pérdida de hábitat y la perturbación humana pueden amenazar sus poblaciones.