El comesebo de los tamarugales presenta un tamaño pequeño, con una longitud promedio de alrededor de 9 a 10 centímetros. Su plumaje es una combinación de colores sutiles pero elegantes que le permiten camuflarse en su entorno arenoso. Su parte superior es de un tono marrón claro o grisáceo, lo que le brinda protección contra la radiación solar intensa y ayuda a mezclarse con el entorno. Su garganta y pecho son de un color blanco cremoso, a menudo con un suave tinte rosado. Esta área es especialmente llamativa, ya que refleja la luz de manera hermosa cuando el ave se mueve, creando destellos brillantes.
Uno de los rasgos más distintivos del Conirostrum tamarugense es su característico pico. Tiene un pico cónico, largo y delgado, que es una adaptación especializada para alcanzar el néctar de las flores y aprovechar al máximo su dieta. Este pico también le permite acceder a pequeñas arañas e insectos, complementando su alimentación.